El crimen de Marfin ocurrió el 5 de mayo de 2010 durante las protestas convocadas contra la política de austeridad del Gobierno en Grecia. Los manifestantes lanzaron cuatro bombas molotov hacia la sede de Marfin Egnatia Bank en Atenas quitando el tinte pacifico con el que comenzó esta manifestación. Esto provocó que cientos de personas salieran corriendo con tremendo horror. La noticia no tardó en llegar a los periodistas de la televisión griega NET que inmediatamente suspendieron el llamamiento a la huelga para cubrir los terribles hechos.
El incendio se llevó la vida de tres personas, un hombre y dos mujeres, estando una de ellas embarazada. Tampoco eran mayores de 35 años y murieron por asfixia en el tercer piso de la sucursal bancaria. Otros compañeros pudieron salir por las terrazas y huir antes de fallecer víctimas de la asfixia o las llamas.
El presidente de Grecia, por aquel entonces, Carolos Papulias, muy afligido por los hechos hizo un llamamiento a la calma y lamentó la perdida de vidas humanas. Asimismo desde la tribuna del Parlamento, el primer ministro heleno, Giorgos Papandreu, también se sumó a las palabras del presidente.
Años más tarde, los tres responsables de la sucursal fueron acusados por homicidio involuntario, pero tras apelar quedaron en libertad y a la espera de nuevo juicio. Finalmente y tras la celebración del último juicio sobre el crimen de Marfin, el tribunal dictaminó la culpabilidad de los tres altos cargos de la sucursal y los condenó a diez años de prisión y una multa de 30.000 euros por homicidio involuntario y no haber brindado protección a los funcionaros durante las protestas.
No lo olvidamos, en recuerdo a las victimas. Descansen en paz.