¿Conocéis la épica Guerra de Troya? Bueno pues esta guerra tiene como origen dos cosas: una manzana dorada y una mala decisión. Comencemos con el mito de la manzana de la discordia.
¿Qué tiene que ver una manzana dorada en una guerra como esta? Pues como en toda guerra, esta comienza por una disputa. En este caso, el enfrentamiento es entre tres diosas: Afrodita, Atenea y Hera.
Todo esto ocurre en la divina boda de los padres de Aquiles, Peleo y Tetis. La madre de Aquiles es una ninfa del mar, pero es considerada como una diosa, por lo que los dioses estaban invitados a esta celebración. Sin embargo, como en toda boda siempre hay alguien que no es invitado. ¿Quién no fue invitado?
Efectivamente, la diosa de la discordia, Eris, no fue invitada, creo que no es necesario explicar porque no la invitaron. El caso es que a modo de venganza esta destinó una manzana dorada con un grabado, el cual decía lo siguiente: καλλίστῃ, que en español viene a significar «para la más hermosa«.
Esta manzana cayó rodando a los pies de las diosas Afrodita, Atenea y Hera, por lo que comenzó una la discusión entre ellas por quien era la mas bella.
Pues hasta aquí el mito de la manzana de la discordia, en otra entrada explicaré el otro detonante de la Guerra de Troya, esa mala decisión de la que hablé al principio, ¿os acordáis? Como adelanto os comento que esa decisión está presente en el mito del Juicio de Paris. Espero que os haya gustado. Τα λέμε σύντομα! (¡Nos vemos pronto!)