Como vimos en el mito de la manzana de la discordia, la Guerra de Troya tuvo dos detonantes: la disputa entre las diosas y la decisión del joven Paris. Hoy asistiremos al juicio de Paris, atentos.
Recordad que nos encontramos en la boda de Peleo y Tetis. La no invitada a la boda, la diosa Eris, deja caer una manzana con la frase «para la más hermosa» a los pies de Afrodita, Atenea y Hera. Comenzando así la discordia entre ellas.
Cuando hay una disputa entre dioses, es Zeus, dueño y señor del Olimpo el que debe de actuar como mediador. Sin embargo, cuando entre las que tienes que mediar son tu esposa y hermana, tu hija y tu amante, la cosa se complica cuando tienes que elegir la más bella. Hera, conocida por su naturaleza celosa, violenta y vengativa. Atenea, sabia y estratega. La bella y sensual Afrodita.
Zeus no tenía ni un pelo de tonto, y ¿qué fue lo que hizo? Pues delegar esa ardua tarea en un mortal, ni mas ni menos al joven príncipe troyano Paris, hijo de los reyes de Troya, Príamo y Hécuba; hermano de Héctor, domador de caballos, y de Casandra la de las profecías. La descendencia de Príamo con Hécuba fue muy extensa, se cuenta con un total de cincuenta hijos.
Las tres diosas ofrecieron al mortal, con la intención de sobornarlo, un obsequio. Hera, le ofreció ser soberano del mundo (Poder). Atenea, ser invencible en la batalla (Fama). Por ultimo, Afrodita le prometió entregarle a Helena, por aquel entonces la mujer (no diosa) mas hermosa del mundo (Amor).
Como reflexión comentar que estos tres aspectos de la vida son los que el ser humano ha perseguido desde entonces. Sigamos, con el mito, ¿no os parece?
Ante la atenta mirada de los dioses y con la mente ocupada en las propuestas, Paris eligió a Afrodita, elección que acabaría arruinando su vida y la de sus seres queridos.
Helena no fue entregada a Paris en el momento de la elección, ya que esta era mujer de Menelao, rey de Esparta. Fue en un viaje a Esparta cuando se conocieron. La historia de como se conocieron Paris y Helena da para otra entrada la cual escribiré próximamente, la seducción de Paris. Espero que os haya gustado el juicio a Paris. Τα λέμε σύντομα! (¡Nos vemos pronto!)