
¿Tienes pensado viajar a Atenas? ¿Quieres descubrir las vistas más bonitas de Atenas? En Atenas existen tres miradores naturales por los que puedes pasear y que te sorprenderán sus preciosas vistas. Una ciudad que tiene mucho que contar y, por supuesto, también mucho que mostrar. Siente como se sentía los grandes artistas, historiadores y filósofos de la antigüedad al ver la capital de Grecia desde las alturas.
Colina de Licabeto
Uno de los principales miradores de Atenas es el monte Licabeto. Este se eleva a más de 270 metros sobre el nivel del mar ofreciendo una vista panorámica de gran parte de la ciudad. Además, la colina de Licabeto es considerado uno de los lugares más románticos de Atenas. En lo alto de la colina con Atenas iluminada ante tus ojos y la luna brillando en el cielo, se despiertan los más entrañables sentimientos de quienes comparten dicha postal. Desde allí podrás ver la Acrópolis y el Pireo, donde se puede ver el Golfo Sarónico, si es que el clima lo permite. En la parte superior de Licabeto se encuentra la Iglesia de San Jorge. Esta iglesia es una pequeña iglesia blanca del siglo XIX, lo que contribuye al ambiente romántico.
Cuenta el mito griego que Licabeto era una roca que llevó la diosa Atenea y cayó sobre las malas noticias traídas por un cuervo. La leyenda dice que desde entonces los cuervos se volvieron negros. Otros creen, simplemente, que el nombre del cerro proviene de la palabra lobo, porque las manadas de lobos que vivían en ese lugar.
Se recomienda subir en teleférico. Su punto de partida es al final de la calle Aristippou, en Kolonaki y para atender las necesidades turísticas, opera hasta la medianoche durante los meses de verano. Su recorrido es corto y agradable. Además, puedes caminar hasta la cima de la colina, es un paseo apasionante, donde con cada avance vas descubriendo diferentes vistas de Atenas. Sin embargo, advierten que la ruta es agotadora, especialmente en las noches calurosas de verano. Sin embargo, esto no es motivo para no disfrutar de unas de las vistas más bonitas de Atenas
Colina de Filopapo
Otro mirador natural se encuentra al oeste de la Acrópolis, a unos 500 metros, hay tres cerros; el primer cerro a la izquierda, el Museión, que estaba dedicado a las musas, protectoras de la ciencia y las bellas artes. Hoy en día se la conoce como el monte Filopapo, porque en su cima se encuentra una tumba construida por los atenienses en el siglo II en honor a Cayo Julio Filopapo, un monarca romano que fue un gran admirador y mecenas de la ciudad de Atenas.
El geógrafo griego Pausanias describe la gran tumba de Filopapo como un monumento construido para un hombre importante. El monumento fue construido en el mismo sitio que Musaios, un sacerdote poeta del siglo VI aC. y un vidente místico, fue enterrado. La ubicación de esta tumba con vista a la Acrópolis y dentro de los límites formales de la ciudad muestra la alta posición que ocupaba Filopapo en la sociedad ateniense.
La vista de la Acrópolis desde la colina de Filopapo es increíble, en altura no hay otro lugar donde se puedan observar los templos de la Acrópolis en su tamaño completo, destacando el Partenón. De un vistazo se puede ver la Acrópolis, el Odeón de Herodes Ático y la colina Licabeto. Además, puedes se puede ver gran parte del Areópago y vistas panorámicas del gran parte de Atenas.
La colina Aerópago
El Areópago es una de las tres colinas que se ubican en la parte oeste de la Acrópolis. Se encuentra entre la antigua Ágora y la entrada al complejo. Se conoce como la Roca Sagrada donde se instauró el primer tribunal de la historia. Según la Orestíada de Esquilo, aquí fue juzgado Orestes cuando mató a su madre Clitemnestra y a su amante Egisto. Hoy en día, la Suprema Corte Griega de Ley Civil y Penal se la conoce como Arios Pagos.
En este emblemático lugar, el Apóstol Pablo pronunció su famoso discurso sobre el dios desconocido. Como dato curioso sobre el nombre de este monte, su nombre en griego antiguo significa colina de Ares, aludiendo al dios de la guerra. Desde el monte Areópago se obtiene una vista privilegiada de los Propileos de la Acrópolis y vistas panorámicas del Ágora antigua, el primer Senado de la historia. Además, parte del centro de Atenas se puede ver desde esta colina.