
Sócrates fue un filósofo griego considerado como uno de los más grandes pensadores de la antigüedad. Nació en Atenas, en el año 470 a.C. y murió en el 399 a.C. a la edad de 71 años. A pesar de no haber escrito ningún libro, su filosofía y sus enseñanzas se han trasmitido a través de sus discípulos. Especialmente de Platón, y han dejado una huella duradera en la historia de la filosofía occidental.
La infancia y adolescencia de Sócrates son muy poco conocidas y hay poca información disponible sobre ellas. Sin embargo, se sabe que su padre, Sofronisco, era un escultor y su madre, Fenáreta, era una parturienta. Sócrates tenía tres hijos y trabajó como escultor durante su juventud, pero más tarde abandonó esta profesión para dedicarse a la filosofía.
Sócrates es conocido por su estilo único de enseñanza y su habilidad para hacer preguntas incisivas que condujeran a sus interlocutores a reflexionar sobre sus creencias y valores. Este estilo se conoce como la mayéutica o el arte de hacer nacer ideas. Es una de las características más distintivas de la filosofía de Sócrates.
Una de las anécdotas más famosas de la vida de Sócrates es su encuentro con el oráculo de Delfos. Según la leyenda, Sócrates visitó el oráculo para preguntar quién era el hombre más sabio de Atenas, y el oráculo respondió que era Sócrates. Sócrates, sin embargo, no estaba de acuerdo con esta respuesta y decidió emprender una búsqueda para encontrar al hombre verdaderamente sabio. Esta búsqueda lo llevó a entrevistar a políticos, poetas y otros filósofos, pero siempre descubrió que no eran verdaderamente sabios. Finalmente, llegó a la conclusión de que la sabiduría consistía en reconocer la propia ignorancia.


Otra anécdota famosa sobre la vida de Sócrates es su relación con el joven Alcibíades. Alcibíades era un joven noble ateniense que estaba muy interesado en la filosofía y seguía a Sócrates por todas partes. Una noche, durante una fiesta, Alcibíades se emborrachó y comenzó a hacer el ridículo. Sócrates se acercó a él y le dijo: «Alcibíades, ¿tú, que te consideras tan sabio y digno, te dejas vencer por el vino y te muestras ante los demás de esta manera? ¿Cómo puedes esperar ser un buen líder y un ejemplo para los demás cuando no tienes el autocontrol suficiente para controlar tus propios deseos?» Esta conversación tuvo un impacto profundo en Alcibíades y lo llevó a reflexionar sobre su propia vida y su comportamiento.
Sócrates también es conocido por su postura ética y moral. Creía firmemente en la importancia de actuar de manera justa y virtuosa, incluso si esto significaba poner en peligro su propia seguridad o libertad. Durante la Guerra del Peloponeso, llamaron a Sócrates a servir en el ejército ateniense, pero se negó a participar en la guerra injusta. En su lugar, prefirió quedarse en Atenas y continuar con su trabajo filosófico.
Desafortunadamente, la postura ética y moral de Sócrates lo hizo muy popular entre sus seguidores, pero también lo hizo muy impopular entre muchos otros en Atenas. En el 399 a.C., a Sócrates lo acusaron de corromper a la juventud y de no honrar a los dioses. Lo sometieron a un juicio y lo condenaron a beber la cicuta, un veneno mortal.
A pesar de su muerte prematura, la filosofía de Sócrates ha sobrevivido a través de los siglos y sigue siendo estudiada y debatida por filósofos de todo el mundo. Su enfoque en la autoconciencia, la ética y la moral ha inspirado a muchos a vivir una vida más plena y significativa.
En conclusión, Sócrates es uno de los filósofos más influyentes y relevantes de la historia. Su estilo único de enseñanza, su compromiso con la justicia y la virtud, y su habilidad para hacer preguntas incisivas han dejado una huella duradera en la filosofía occidental. Aunque su vida fue corta, su legado sigue siendo un recordatorio inspirador de la importancia de la autoconciencia, la ética y la moral en nuestras vidas.